Tras un periodo de hibernación y de ir hacia adentro para nutrir, reparar, y gestar, llega la primavera con su energía ligera y expansiva que nos invita a salir de la inercia y a participar en la Vida.
En esta estación de cambio y transición, es momento de conectar con la energía del dosha Vata, con su ligereza y su entusiasmo. este es el momento perfecto para de introducir el sabor titka, amargo, en nuestra dieta. compuesto de aire y de espacio, al igual que Vata. Es el sabor de las purificaciones, de los detox, de las purgas y de las limpiezas.
Sus propiedades nos ayudan a depurar y eliminar las toxinas de los alimentos mal digeridos que hemos acumulado durante el invierno. Es anti-inflamatorio, anti-viral y antibacteriano, nos ayuda a mantener los parásitos intestinales a raya, y hace que apreciemos los demás 5 sabores.
Cuando lo incorporamos correctamente, es especialmente beneficioso para el hígado y los demás órganos regidos por pitta, como la piel y la vista, depura la sangre, ayuda a construir tejidos sanos y nos aporta fortaleza. Aunque no conviene pasarse y hacer detox excesivamente largos e intensos, pues nos debilitarían, y producirían desordenes en la sangre, e incluso osteoporosis. Como ya sabéis, en Ayurveda la palabra mágica es moderación.
El sabor amargo también es aliado de las personas renunciantes y que se proponen realizar penitencias, porque nos desconecta del mundo sensorial, inhibe la energía sexual y provoca desapego.
¿Cuáles son los alimentos de sabor amargo? Las verduras de hoja verde, especialmente las de temporada de primavera, como la alcachofa y el diente de león. También la endivia, la rúcula y la escarola, una buena adición al kitchari. La cúrcuma, el té verde, los cítricos, las semillas de calabaza, el cacao y el café.
¡Espero que disfrutéis de estos alimentos con medida, para que su efecto sea medicina y no amargura!
Namaste,
Irene